¿Cómo se carga el coche eléctrico?

Ya sea en casa, en la calle, en un aparcamiento, en el trabajo o en los viajes largos, la cuestión de la recarga de su coche eléctrico se planteará y según dos principios fundamentales:

Tipos de cobro

Hoy en día existen 4 métodos de carga. La más común (con diferencia) es cargar en casa. En el garaje, por ejemplo, es posible utilizar una toma de corriente doméstica estándar a través del cable de carga proporcionado por el fabricante (estándar u opcional). También es posible instalar una caja de pared como recomiendan la mayoría de los fabricantes, sobre todo por razones de seguridad. Además, el wallbox permite una recarga más rápida debido a su mayor intensidad. Sin embargo, este equipo tiene un coste, cuente con 500 a 1.200 euros además de la instalación por parte de un profesional y cuyo importe variará en función de la disposición de su garaje o vivienda. Tenga en cuenta que para este tipo de trabajos existe un crédito fiscal de alrededor del 30%.

Fuera de su casa, su coche eléctrico puede recargarse en una buena estación pública, señala el concesionario de coches Madrid Crestanevada. Se pueden encontrar tanto en la vía pública como en los aparcamientos. Hay varios tipos de puntos de recarga, incluidas las estaciones de recarga. Suele indicarse su potencia, así como el tipo de enchufe utilizado.

Tipos de puntos de recarga

Aunque la toma monofásica doméstica de 3 kW de CA sigue siendo la más común para cargar un VE, existen otros tipos de conexión. La toma de tipo 1 tiene una potencia de 3 a 7 kW CA monofásica y corresponde a la mayoría de los vehículos eléctricos franceses (C-Zero, iOn, Kangoo), pero también al Toyota Prius, al Nissan Leaf y a los híbridos enchufables.

La toma de tipo 2, más sofisticada, puede ofrecer una potencia de 3 a 43 kW de CA trifásica. Es el más común en Europa. Corresponde a los vehículos mencionados anteriormente, así como al Renault ZOE, el Smart ED y el Tesla Model S.

En cambio, la toma de tipo 3 (3 – 22 kW CA trifásica) apenas se utiliza. Con la toma de tipo 4 CHAdeMO (para CHArge de MOve), la potencia es de 50 kW (carga rápida). Compatible con, por ejemplo, el Nissan o el Kia Soul EV, tiene la particularidad de estar conectado al terminal. Lo mismo ocurre con la toma de corriente tipo 4 Combo. Su potencia llega hasta los 100 kW. También es una referencia europea adaptada al BMW i3, Hyundai Ioniq o Volkswagen e-Golf. Tiene la ventaja de combinar posibilidades de recarga lenta (por ejemplo, de noche) y rápida (80% de la autonomía en 20 o 30 minutos).

¿Cuál es la autonomía de los vehículos eléctricos?

Debido al declive de los motores de combustión, la fiscalidad y los avances tecnológicos, la oferta de coches eléctricos avanza muy rápidamente, incluso en el mercado de segunda mano.

Coches eléctricos disponibles

El más conocido y vendido es el Renault ZOE. Por lo tanto, es el coche usado más disponible. A escala mundial, es el Nissan Leaf. Otros modelos muy reconocibles son los Volkswagen e-Golf y e-Up! y el Smart Electric Drive. Más recientemente, han aparecido modelos con mayor habitabilidad, como el BMW i3, el Hyundai Ioniq Electric y el Kia e-Niro. También hay vehículos utilitarios como el Nissan e-nv200 Evalia.

 

Los fabricantes de alta gama y de lujo también están presentes. Además de la gama Tesla y Mercedes EQ, Jaguar ofrece el I-Pace, Audi el e-tron, mientras que Porsche ofrece su primer coche eléctrico con el Taycan.

¿Debo alquilar la batería?

Dependiendo del fabricante, la batería puede estar incluida en la compra del vehículo o puede ser alquilada como parte de un contrato de alquiler específico. Esto se conoce como compra total (en BMW, Volkswagen o Kia), mientras que Renault es conocido por su política de leasing. Fabricantes como Nissan, Peugeot y Citroën ofrecen ambas opciones.

La diferencia entre la compra total y el leasing de baterías es del orden de 4 a 6.000 euros para un vehículo nuevo, mientras que el coste del leasing puede variar entre 60 y 150 euros al mes. También hay una diferencia significativa en caso de problema. Si se alquila la batería, se supone que se hará cargo de ella si funciona mal. Este no será el caso si la batería le pertenece (a menos que la garantía indique lo contrario).