Si hay motos que no se deben tocar, son las de colección lanzadas en edición muy limitada como la Ducati 900 MHE. Afortunadamente esta transformación es un verdadero éxito, realizada por el taller taiwanés Onehandmade.
¿Sacrilegio o no sacrilegio? Tenemos sentimientos encontrados porque, por un lado, la MH900E diseñada por Pierre Terblanche es un modelo del que Ducati sólo fabricó 2000 unidades entre 2001 y 2002, puntualiza el concesionario de motos de ocasión Granada Crestanevada. Un modelo raro y caro, destinado principalmente a los coleccionistas, e inspirado en la moto utilizada por Mike Hailwood en el TT de la Isla de Man de 1978. Pero, por otro lado, hay que admitir que la transformación de Onehandmade también es un éxito, y que una obra así necesitaba una base excepcional para justificarse.
Pues por mi parte, siendo la MHE una moto tan coleccionista y rara, hubiera preferido que esta transformación se hiciera sobre otra base. Creo que se podría haber conseguido un resultado similar con una Ducati de la gama Sport Classic. Así que no culpo al taller en sí porque fue un propietario de MHE quien encargó una transformación a Onehandmade.
Y sólo puedo inclinarme ante el trabajo realizado. De todos modos, si hablo de ello es porque lo encuentro hermoso. Se ha mantenido el alma de la moto original y se puede reconocer fácilmente la base, sólo por el basculante. La carrocería está hecha a mano en aluminio. Los ajustes son perfectos y el nuevo aspecto le da a esta MHE un toque moderno a la vez que mantiene un aire retro con su chasis de espaldera, su motor refrigerado por aire y su faro redondo. No es realmente una moto transformada, sino más bien reinterpretada, al menos esa era la intención de su diseñador.
El faro está integrado en una caja de aluminio hecha a mano. Su aspecto neo-retro contrasta con la parte trasera y sus modernísimas tiras de LED, que integran el escape. El colector de escape bajo el asiento está torturado e inspirado en la MotoGP.
El chasis ha sido modificado con un eje delantero Öhlins procedente de una Ducati Monster 1100S y un amortiguador trasero también de Öhlins. Se ha instalado un amortiguador de dirección y los frenos Brembo son de una 1098. Los controles traseros son de Aella.
El asiento también es magnífico, muy bien integrado en el conjunto, casi se olvida mientras merece la mirada sola con su cuero acolchado y su color burdeos envejecido que hace juego con el rojo intenso de la carrocería.
Sé que le hago muchos cumplidos a esta moto, pero me parece preciosa, así que lo digo.