Desde las primeras palabras sobre el M2, el BMW M235i se ha visto claramente eclipsado por su hermano aún más rápido en la percepción del público, aunque naturalmente sigue siendo un deportivo compacto muy deseable. El hecho de que las posibilidades de rendimiento del M235i están lejos de haberse agotado también queda demostrado por numerosos proyectos de tuning además del M2.
El BMW M235i desarrollado en Suiza por Kistler también es una alternativa al M2, que no oculta sus aspiraciones deportivas y llama la atención con un gran alerón. El splitter delantero, el difusor trasero y las carcasas de los retrovisores exteriores proceden de la gama AC Schnitzer, además de un llamativo alerón trasero en la tapa del maletero. Las llantas bicolor de 20 pulgadas de AC Schnitzer completan el look tuning junto con la inscripción Kistler BMW en las puertas.
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Pero el aspecto y la aerodinámica no lo son todo, y por eso el BMW M235i de Kistler tiene mucho más que ofrecer. Quizás el cambio más importante tenga lugar bajo el capó, ya que el seis cilindros en línea está equipado con catalizadores deportivos y un nuevo silenciador central y trasero, y también recibe un software de motor adaptado de Kistler.
La firma suiza promete 420 CV y 560 Newton metro de par tras el tratamiento de puesta a punto. Con este aumento de potencia, el BMW M235i de Kistler se sitúa casi a la par del M3 y deja claramente atrás al M2, al menos sobre el papel.
El deportivo compacto se completa técnicamente con una suspensión coilover con amortiguación de rebote y compresión ajustables, incluidos cojinetes de cúpula Uniball, que se ponen a punto directamente en Kistler. El paquete tecnológico de alta calidad proporciona sin duda un rendimiento considerablemente mayor, pero también tiene su precio: Kistler cobra unos 20.000 francos suizos por la conversión completa, lo que actualmente equivale a unos 18.350 euros.