Quien quiera mirar al futuro y prepararse para él sin una bola de cristal de alta calidad necesita mucho tiempo y algunas mentes igualmente creativas y cultas. Con motivo del centenario de BMW, también en Múnich se tomó la decisión de mirar hacia el futuro y no hacia el siglo pasado. El resultado son muchas ideas y conceptos para la movilidad del mañana y tres coches de visión que nos dan una idea de posibles soluciones y enfoques para los retos de las próximas décadas.
Los modelos MINI Vision Next 100 y Rolls-Royce Vision Next 100 presentados ayer no parecen menos futuristas y distantes que el BMW Vision Next 100 ya desvelado en las celebraciones de su cumpleaños en Múnich el 7 de marzo. Lo que los tres vehículos tienen en común es que han trasladado los aspectos fundamentales de sus respectivas marcas a un futuro que todavía nos parece lejano a la mayoría de nosotros, pero al que nos acercamos cada vez con más fuerza gracias a avances como la creciente conectividad y la conducción autónoma. ¿Aún sigues buscando tu coche de segunda mano y no lo encuentras? Tu próximo coche de ocasión en Crestanevada.
Visión del Grupo BMW para los próximos 100 años
En el caso del BMW Vision Next 100, todo gira en torno al placer de conducir, naturalmente en una forma contemporánea para las próximas décadas. El conductor está permanentemente asistido de la mejor manera posible y provisto de mucha información, lo que debería convertirle en el «Ultimate Driver» y seguir proporcionándole mucho placer de conducción incluso en un entorno cada vez más caracterizado por los coches de conducción autónoma. Además de un modo de conducción autónoma, el BMW del futuro ofrece naturalmente también la posibilidad de llevar a sus ocupantes de A a B sin su intervención.
El MINI Vision Next 100 se centra en soluciones para la movilidad urbana, que la marca británica de coches pequeños no quiere que sea menos individual de lo que es hoy. El Vision se presenta como un coche de uso compartido que puede ser utilizado por varios clientes y, sin embargo, es muy individual. El color de los elementos exteriores e interiores cambia con sólo pulsar un botón, la piel exterior brilla como un lienzo con el que se puede jugar casi a voluntad. Y, por supuesto, el MINI del futuro, como «kart urbano», también pretende transmitir el placer de conducir típico de la marca.
La individualidad desempeña un papel aún más importante en el Rolls-Royce Vision Next 100, ya que el que quizá sea el más inusual de los tres estudios ofrece a los clientes adinerados la máxima libertad de diseño. La berlina de lujo del futuro dirá adiós de nuevo a la producción en serie gracias a técnicas de fabricación más flexibles; en su lugar, las ideas de los clientes desempeñarán un papel fundamental en el diseño exterior del futuro. Donde hoy sólo se pueden elegir colores y llantas, las posibilidades serán casi ilimitadas dentro de unas décadas. Ni que decir tiene que el Rolls-Royce Vision Next 100 mimará a sus ocupantes con el máximo lujo y, al mismo tiempo, los conducirá de forma autónoma a su próximo destino.